Preadolescencia, adolescencia, juventud….
Si es que no nos ponemos de acuerdo ni en las edades que abarcan. ¿Y si lo ponemos fácil?
Uno de los pilares del coaching co-activo es: “toda persona está completa, es creativa y está llena de recursos”.
Y eso incluye también a las personas de corta edad 😉
En el coaching co-activo tanto tú como yo ponernos el 100% al servicio de la relación para crear un espacio de seguridad y confianza donde explorar y descubrir.
Las respuestas las tienes todas tú.
Yo sólo tengo preguntas, muchas, y ya te aviso que, a veces, son incómodas.
A pequeños aventureros y jóvenes exploradores con inquietudes que buscan descubrir, aprender y crecer.
A las familias que quieren acompañar a estos aventureros y exploradores en su camino.
Teniendo a la creatividad como brújula, a la curiosidad como faro y a la libertad como hoja de ruta, se crea un proceso con sesiones individuales y personalizadas.
¿Lo más importante? que la persona que vaya a realizar el proceso QUIERA y aquí me refiero al pequeño aventurero y al joven explorador, no al adulto 🙂
La primera sesión consta de 3 partes:
- La primera parte con todas las personas implicadas (adultos, menores y yo).
- La segunda parte solo el menor y yo.
- La tercera parte volvemos todos.
Y si nos hemos gustado, ¡EMPEZAMOS! Los adultos desaparecéis del mapa.
Creamos un espacio donde cada persona explora su potencial único y navega por sus emociones.
No caben en un espacio tan pequeño…
Entre otros:
- Cultivar habilidades: gestión emocional, habilidades sociales…
- Fomentar la autoconfianza: tomar decisiones conscientes, crear relaciones saludables…
- Descubrir su voz única
- Y un largo etcétera…
Comencemos a caminar juntos
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Haz click en el botón, rellena el formulario y comencemos.
Si tienes entre 12 y 25 años y…
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Sientes que te han dado el fast track de la montaña rusa sin pedirlo y vives cada día como un viaje diferente y la mitad del tiempo, no entiendes nada.
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Si vas viendo y notando que tu cuerpo está cambiando y te preguntas ¿qué he hecho yo para merecer esto?
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Si te levantas por la mañana, te miras al espejo y te gusta lo que ves… y, sin embargo, sales de casa, escuchas comentarios del entorno y toda tu confianza se va, desaparece.
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Si cuando miras al futuro o te lo presentan, piensas: ¿de verdad tengo que ir allí? ¿y qué pasa si elijo otra cosa?
Si te preguntas alguna o todas estas cosas, o muchísimas más… Congratulations! You are alive! Y la curiosidad con la que nacemos y que nos permite probar y aprender cosas desde pequeños sigue allí.
Me encantará acompañarte. ¿Qué para qué?
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Para que en lugar de decir: “uff, otra vez la montaña rusa”, te ates el cinturón, dibujes tu mejor sonrisa y disfrutes del viaje, reconociendo las capacidades que ya tienes y probando nuevas habilidades para que seas tú quien elijas con cuáles te quedas y con cuáles no. Para que te permitas sentir todas y cada una de las emociones.
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Será un placer ser testigo de cómo descubres tu DON, eso que te hace una persona ÚNICA.
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Descubrirás cómo puedes utilizar tus habilidades y qué otras te gustaría desarrollar. Todas ellas para que jueguen a tu favor, y desde allí, tengas la confianza de ser tú quien tome las decisiones.
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Serás capaz de mirarte al espejo y ver mucho más que un cuerpo. Verás una persona válida y única.
Y todo esto con muchísimas más preguntas de las que, hasta ahora, te has hecho tú.
Padres, madres, tutores…
Resumiendo, personas que tengan a su cargo a una persona joven. Si:
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Te has pillado diciendo alguna vez: ¡uff…. La adolescencia, a ver cuándo se le pasa!
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Te pillas repitiendo patrones que veías en tu casa y que juraste por Snoopy que nunca harías.
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Has intentado, incluso empeñado a veces, que hagan cosas que tú no pudiste, por supuesto pensando que es lo mejor, y sin darte cuenta de que lo mejor para ti quizá, y sólo quizá, no sea lo mejor para él/ella.
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Simplemente quieres ser un acompañante en su vida desde la responsabilidad que te otorga el rol que tienes, desde la autocompasión y desde la confianza.
Me encantará acompañarte. Así que, prepara la mochila, como si nos fuéramos al Camino de Santiago.
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Habrá etapas incómodas en la parte del autoconocimiento. De ver y reconocer cómo estás siendo. No te preocupes que en mi mochila hay toneladas de compasión y kleenex por si toca llorar.
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Recorrerermos sendas que despertaran la curiosidad de cómo construir un espacio de confianza para todos.
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Conoceremos a “lugareños” que te permitirán explorar diferentes maneras de comunicarnos, siempre desde el respeto y la escucha activa.
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Y cuando lleguemos a Santiago, estarás deseando hacer El Camino de nuevo, esta vez, siendo, simplemente, testigo de SU camino.
Y sí, aquí también hay mogollón de preguntas… 😉